Me gustaría escribir desde la perspectiva del “perdedor”, del que regresa a casa tras un monumental esfuerzo con las manos vacías, siempre puede suceder cuando te enfrentas a un concurso, parece que siempre es injusto. Pero en esta ocasión no debería ser así, nadie se equivocó, nadie lo hizo mal, todo el mundo se esforzó al máximo y dio de sí todo lo mejor. Los directores jugaron sus bazas, con una selección muy acertada, lo mejor que le va a su coro dentro de una estrategia exitosa que le ha llevado a esta edición especial del Certamen de la Canción Marinera de San Vicente por su medio siglo de historia. Así, el haber quedado en primer lugar con mi coro no es más que un cúmulo de aciertos que se combinan mágicamente para que la música triunfe, no hay más, sin darle muchas vueltas. Todos son ganadores, porque el concurso de entrada ya tenía ese planteamiento, el nivel de exigencia era máximo, los resultados son la expresión de un choque de trenes, intensos, fortuitos e impactantes, pero desde la organización manteniendo el espíritu del certamen durante tantos años y ahora añadiendo una acertadísima iniciativa con las cuadrillas, volviendo a la esencia sin dejar de adaptarse a lo nuevo a cada uno de los coros y sus directores, una calidad humana que precede monumentos de música, toneladas de buen hacer.
Comenzó el Coro Arte Vocal de Villanueva de la Serena ¡qué es el lo que tiene que pasar en esa ciudad de Badajoz para conformar un grupo con ese entusiasmo y alegría desbordante!, un espectáculo. Los amigos de Grupo Vocal Kromátika que siempre arriesgan dándolo todo y no dejan nunca indiferente a nadie, Gli Appassionati demostró un gran gusto y sobre todo una naturalidad en el sonido sorprendente, el Coro del Conservatorio Superior de Oviedo, con un gran maestro al frente Marco Antonio García de Paz, puso garra y kilates de música, desboradante, por último a nuestros queridos amigos de Alterum Cor, con nuestro admirado Valentín Benavides apasionado que llevó siempre con elegancia y esmero a un grupo compacto, cuidado hasta el último detalle. Luego están los cientos de sacrificios de los colectivos y de cada una de las personas, de sus familiares que sufren ausencias por ensayos, actuaciones, viajes pesados, etc…hay muchas historias detrás, vidas. Vidas que conforman nuestra CULTURA, así con mayúsculas porque la actividad coral llega directa a las raíces con el instrumento más universal y maravilloso, la voz. Para todos GRACIAS, son ganadores, no lo duden.
Comentario de Esteban Sanz