Nosotros le llamamos el “Hallelujah de Ubaldo” y es que la historia de esta partitura, que compró precisamente el solista de esta interpretación, marcó en parte la historia del coro, fue pasar a otra etapa en la que el coro avanzó desde el noneto inicial y se aventuró a incorporar otros repertorios para un grupo algo mayor. Después de esto nos presentamos a nuestro primer concurso nacional en Ejea de los Caballeros.
El vídeo es de una calidad pésima, lo grabó un compañero del otro coro que participaba en en este concierto de Navidad, la Schola Cantorum de la ULPGC, con una videocámara de la época, era diciembre de 2009, hacía tres años que el coro se había refundado como noneto y en ese momento ya éramos 16, cuatro por cuerda, con los tres últimos “fichajes” que se incorporaron para el concurso de Ejea.
Desde ahí nos pidieron la partitura desde innumerables sitios y coros, realmente siempre les remitimos a la fuente de la página de su autor, Philip Lawson, pero estuvimos años y años respondiendo correos dirigiendo a los directores y coralistas a esa página. En realidad la partitura original tiene más repeticiones, pero nuestra directora decidió omitirlas y darle todo el protagonismo al solista que…lo borda.
El vídeo no es el más antiguo de los publicados, pero desde luego es de la lista el que tiene más visualizaciones con diferencia. Luego hubo una segunda versión grabada por la televisión de Cantabria (tampoco tiene mucha calidad) en el concurso de San Vicente de la Barquera donde nos sirvió, entre otras piezas, a ganar el premio del público en la muestra coral.
De ahí que ya no es el Hallelujah de Cohen, ni de Shrek…es el Hallelujah de Ubaldo 🙂